Título: Se marchó…

ODS: Acción por el clima. (Dentro del mundo marítimo – portuario)

Descripción:

Se marchó… 

Ella… 

Desolada, vacía, triste, aún con el mundo a sus pies se siente perdida, no sabe para qué está aquí, no sabe quién es, ni a dónde ir. 

Se consume en una gran frustración, aún teniendo todo alrededor, cada vez se siente  menos de aquí y menos de allá,  mientras siente que se le escapa la vida entre los dedos… sin rumbo, sin sueños.

Se sumerge en un profundo viaje de introspección, hurgando en sus raíces, memorias, programas, creencias, inseguridades… miedos, bloqueos, errores, angustias y pasiones. 

Revolviendo entre sus pedazos rotos, se sorprende al encontrar  también rastros de valentía, jirones de luz, pedacitos de amor, trocitos de ilusión, un poco de coraje  desvencijado y memorias abandonadas en un rincón. Haciendo remiendo va reconstruyendo su interior, se transforma. 

Se da cuenta de que ahora es mucho más, que sus fragmentos de colores,  partes tan dispares  que al unirlas la conectaron con su ser, pudo descifrar su esencia, conecto con el universo, conoció las estrellas, recorrió las corrientes del mar, se reconcilió con la naturaleza y con el  mundo que tenía a sus pies y no se daba cuenta. 

De la osada inmersión en su oscuridad, resurgió su mayor fortaleza, con una nueva confianza se enraizó en la tierra que pisa, se fundió con ella y comprendió que eran una, madre, tierra, ella…

Por primera vez comprendió, la visión de que todo está conectado. 

Ella,  puedes ser tú, puede ser él, puedo ser yo, puede ser nuestra historia en algún momento, en algún fragmento… de nuestras vidas. 

Luego tomó  fuerzas y se levantó, se reconoció como una parte del todo. No debe cumplir lo establecido, no es más una víctima, no es más una pieza con una etiqueta… se fundió con la tierra, con la vida y ahora comprende que ella puede crear,  que debe andar, dejar huella, tomar acción, por su propio amor, por el clima, por la naturaleza, por la vida, y por los demás … Los que como ella en  algún momento han estado hundidos, taciturnos, desvalidos, abandonados, incompletos y perdidos…

Simplemente ignorantes de que en su interior hay un gran tesoro por reconstruir.

Finalmente ella se marchó… sabe que no debe esperar por nada, por nadie, se sabe libre, se marchó confiada. Sabe que debía ser así, que solo bajo la máxima presión se forman las piedras preciosas, sabe que lo viejo debe romperse para reconstruir algo mejor, más fuerte, más capaz, más consciente..

Ahora es responsable, se compromete con el agua del mar, con el aire que respira, con las especies y plantas… con las generaciones venideras.

Ahora sabe que tiene que hacer, lo que que tenga que hacer, para dejar su parte del mundo mejor. 

Ella emprendió su viaje más difícil, el más oscuro y lejano de todo lo que conocía. Un viaje en soledad, un viaje que no promete diversión pero sí evolución, un viaje que no supone riesgos pero sí requiere una gran valentía. 

La valentía de mirar a los ojos nuestra oscuridad,  aceptar y liberarla de que somos hoy.

Un viaje transformador… se marchó y floreció. 

¿Estás dispuesto a emprender el tuyo?